El 29 de agosto de 1977 se produjo la primera manifestación autorizada motivada por la carestía de la vida. En esta ocasión, vamos a traer a la memoria, el marco socioeconómico imperante en aquel entonces, además de referirnos a la primera manifestación pública autorizada en La Rioja, después de cuarenta años, que tuvo lugar un 29 de agosto de 1977 motivada por la carestía de la vida.
Éste era un tiempo político en el que diputados y senadores riojanos formalizaron una entidad denominada "Asamblea de Parlamentarios de La Rioja", cuyo asunto preferente fue lo autonómico.
En lo socioeconómico, según el criterio de aquella izquierda, podemos afirmar con rotundidad que la dictadura de Franco legó tantos problemas como años se enseñoreó de España. Pero lo cierto es que a partir de 1975, la ciudadanía, y en concreto una parte de ella muy activa se dispuso a liderar y cambiar un país vestido de "gris y negro".
Socialmente, teníamos, por tanto, una región decadente y olvidada por la oligarquía, hasta tal punto que los tradicionales apellidos de familias burguesas logroñesas practicaron el abandonismo, cuando no la marcha real. Sólo la democracia podría superar y colocar a la sociedad y a sus individuos en el lugar adecuado, más allá de los estudios y proyectos que por aquel verano del 77 estaban encima de la mesa: el pantano de Pajares, terminación del tramo de la autopista del Ebro, la pretendida dignificación del casco antiguo logroñés y la construcción del Parador Nacional en San Millán de la Cogolla.
Éste era un tiempo político en el que diputados y senadores riojanos formalizaron una entidad denominada "Asamblea de Parlamentarios de La Rioja", cuyo asunto preferente fue lo autonómico.
En lo socioeconómico, según el criterio de aquella izquierda, podemos afirmar con rotundidad que la dictadura de Franco legó tantos problemas como años se enseñoreó de España. Pero lo cierto es que a partir de 1975, la ciudadanía, y en concreto una parte de ella muy activa se dispuso a liderar y cambiar un país vestido de "gris y negro".
Socialmente, teníamos, por tanto, una región decadente y olvidada por la oligarquía, hasta tal punto que los tradicionales apellidos de familias burguesas logroñesas practicaron el abandonismo, cuando no la marcha real. Sólo la democracia podría superar y colocar a la sociedad y a sus individuos en el lugar adecuado, más allá de los estudios y proyectos que por aquel verano del 77 estaban encima de la mesa: el pantano de Pajares, terminación del tramo de la autopista del Ebro, la pretendida dignificación del casco antiguo logroñés y la construcción del Parador Nacional en San Millán de la Cogolla.
Foto: Parlamentarios por La Rioja Neftalí Isasi, Javier Sáenz Cosculluela, Félix Palomo, Luis J Rodriguez Moroy, Carmelo Fernández.