A principios de 1977, la reforma política avanza y, con ella, la reconquista de las libertades político y sindicales. Con la muerte del jefe del Estado Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, se cierra un periodo fruto de la guerra civil, y se abre una etapa no exenta de cierto confusionismo entre la clase política de aquel entonces.
La coronación de Don Juan Carlos I y la puesta en marcha del primer Ejecutivo de la Monarquía marca un rumbo que conducirá a todos los españoles a la democracia. Así iniciamos el año 1977 comprobando cómo la reforma política avanzaba, aunque fuera en un entorno lleno de dificultades y presiones por parte de los afectos al régimen del general Franco. La lucha desde el exilio y la clandestinidad ejercitada por nuevas generaciones, que se sumaban al grito de ¡Abajo la dictadura!, más pronto que tarde, traerían consigo la democracia. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que las libertades estaban cada vez más cerca.
Algo lejos, aunque parezca contradictorio, quedaba la declaración de 1974 del Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores, ampliamente difundida en el ámbito internacional, en menor medida en nuestro país y escasamente en La Rioja (debido a la clandestinidad), contra el proyecto de estatuto de asociaciones presentado por el régimen franquista, que escamoteaba al pueblo el derecho a las libertades.
Y también quedaba lejos, en 1975, la postura conjunta de la oposición en torno a la Plataforma de Convergencia Democrática y de la Junta Democrática, comprometiéndose ante la opinión pública a realizar un esfuerzo unitario que hiciese posible la formación urgente de una amplia coalición, sin exclusiones, capaz de garantizar las libertades sindicales y políticas. Este hecho debía abrir un periodo constituyente que desembocara en una consulta popular determinante de la forma de Estado y de Gobierno.
La coronación de Don Juan Carlos I y la puesta en marcha del primer Ejecutivo de la Monarquía marca un rumbo que conducirá a todos los españoles a la democracia. Así iniciamos el año 1977 comprobando cómo la reforma política avanzaba, aunque fuera en un entorno lleno de dificultades y presiones por parte de los afectos al régimen del general Franco. La lucha desde el exilio y la clandestinidad ejercitada por nuevas generaciones, que se sumaban al grito de ¡Abajo la dictadura!, más pronto que tarde, traerían consigo la democracia. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que las libertades estaban cada vez más cerca.
Algo lejos, aunque parezca contradictorio, quedaba la declaración de 1974 del Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores, ampliamente difundida en el ámbito internacional, en menor medida en nuestro país y escasamente en La Rioja (debido a la clandestinidad), contra el proyecto de estatuto de asociaciones presentado por el régimen franquista, que escamoteaba al pueblo el derecho a las libertades.
Y también quedaba lejos, en 1975, la postura conjunta de la oposición en torno a la Plataforma de Convergencia Democrática y de la Junta Democrática, comprometiéndose ante la opinión pública a realizar un esfuerzo unitario que hiciese posible la formación urgente de una amplia coalición, sin exclusiones, capaz de garantizar las libertades sindicales y políticas. Este hecho debía abrir un periodo constituyente que desembocara en una consulta popular determinante de la forma de Estado y de Gobierno.
Foto: Exequias por la muerte de F. Franco, interior de la concatedral de la Redonda, Logroño (El Correo)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez
4 comentarios:
Hola a todos:
No es la primera vez que me intereso por saber un poco de historia. Es más me gusta cuando esta es fácil de asimilar. Así que me parece muy buena esta iniciativa de Félix y Chema.
Espero y deseo que se mantenga en el tiempo y seguro que leeré vuestros mensajes advirtiéndome del nuevo relatito.
Ojalá los jóvenes y muy especialmente los de las JS tomen buena nota.
Aupa y ADELANTE
Totalmente de acuerdo con BHA, se tiene que saber cuando la lucha por la conquista de los derechos y las libertades suponía jugársela.
Gracias a eso y a las personas que lo llevaron a cabo, ahora tenemos lo que disfrutamos. Nosotros hemos nacido y vivido algunos años de dictadura, dp la transición, pero para los más jóvenes, todavía son mucho más importantes estas enseñanzas (que nunca batallitas).
Me uno al parecer de los compañeros; me alegra esta iniciativa, nos ayudará a los más jóvenes a saber de unos tiempos en los que TODO ESTABA POR HACER y se hizo, se hizo perfectamente y se sentaron las bases de la sociedad española actual.
Un abrazo
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