30/12/09

Divertimento y ALTERNATIVAS


Hay que recordar como destacables en el barrio de Yagüe, a Rafael Ojeda Bermejo, dinámico sacerdote que entre otros fue calificado como "cura obrero" y a Julián Rezola Trapero, personaje inspirador del movimiento Pioneros, y a dos clubes juveniles, que bajo el protectorado de las iglesias Corazón de María y Santiago, –nos referimos a Concordia y El Real, respectivamente–, eran vivero de jóvenes antifranquistas de los cuales, algunos de sus miembros más destacados rápidamente decidieron orientarse hacia la izquierda y organizárse en células socialistas y comunistas, soportes en cualquier caso, de sus mayores.
Eran tiempos en los que se alternaba la centralidad geográfica que proporcionaba el costumbrismo de ir al casco antiguo logroñés (calle San Juan), con el divertimento alternativo de las discotecas, o los locales de los clubes juveniles y otros que marcaron su impronta como las salidas de fin de semana al monte. En tales excursiones se combinaba el ocio con el adoctrinamiento ideológico, además –por qué no decirlo– de exhibir ante la autoridad del lugar (alcalde y/o guardia civil) el poderío de varias docenas de jóvenes ataviados con emblemas y símbolos nada afines al régimen: estrellas de cinco puntas y toda la iconografía en ciernes en torno al Che Guevara, además de las clásicas canciones revolucionarias. Esto era lo habitual. Hablamos de jóvenes que tenían, a su vez, a sus líderes naturales, a los que desde aquí rendimos un pequeño homenaje: Los hermanos Bañares, “el Chavola”, Pedro y Jandro. Y seguro que, por olvido, nos dejamos a algunos otros. Eran gentes que colaboraron en un mundo dividido entre dos por culpa de la Guerra Fría, y que ayudaron a fortalecer el hecho organizativo de dos partidos, de dos organizaciones juveniles y de dos sindicatos: PSOE y PCE; JJSS y UJCE y UGT y CCOO. En este contexto, el compromiso político y solidario se entrelazaban, y no podemos olvidar el papel que jugaron las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC) y las Juventudes Obreras Católicas (JOC), impulsoras de las doctrinas del Vaticano II, que el poder tildaba de marxistas, incluyendo a diferentes sacerdotes.
Foto: Grupo de jóvenes escuchando a Javier Sáenz cosculluela (Luis Brox/María Orive)
Foto: Grupo "Plebe Gandhi" haciendo el símbolo de la Victoria, Concha del Espolón, Logroño (archivo de JMBC)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

5/12/09

Lucha y EMANCIPACIÓN


Sin embargo, hay un capítulo que merece la pena aflorar, cual es la destacada participación de jóvenes trabajadores y estudiantes que, a mediados de la década de los 70, decidieron pasar de la cotidianeidad a la acción. Juventud que tomó la bandera de combatir el silencio imperante. Muchachos que llenos de valor transgredieron la anestesia gubernamental impuesta. Prueba de ello fue la presencia en La Barranca el 1 de noviembre de 1976, de unos ochenta jóvenes que colocaron una pancarta con la leyenda “Joven honremos su memoria por la libertad”.
En este mismo contexto, podemos encuadrar la campaña por el voto a los 18 años, en la que la colocación de mesas por las calles de las principales localidades riojanas recogiendo firmas, supuso un paso decisivo para la conquista de los derechos civiles, sociales y políticos. Encuadrados en asociaciones y cuadrillas juveniles, eran pilares importantes, sin saberlo, del nuevo sistema que estaba, a su vez, constituyéndose. Grupos que provenían, en ocasiones, de barrios del extrarradio logroñés, faltos de servicios comunales, en lucha por hacer una ciudad participativa, correctora de las desigualdades. Una capital con 104.928 habitantes, según datos de 1977, donde Yagüe y San José Obrero fueron fundamentalmente plataformas que encauzaron a sus propios habitantes y, de entre éstos, a sus jóvenes en quienes se mezclaban las rebeldías juveniles y contestarias de la época, en un tiempo en el que la vieja Europa y los Estados Unidos se veían sacudidos desde los años sesenta por jóvenes semejantes que rompían moldes sociopolíticos establecidos tras la Segunda Guerra Mundial. Eran ciudadanos que desde su compromiso social fueron claramente opositores desde el trabajo y el estudio al régimen de Franco.

29/11/09

MITIN en Nájera


Fueron seis apasionantes meses en los que el conjunto de la familia socialista tenía que dar el salto en sus actividades y dejar las formas clandestinas por otras de presencia política y sindical. Meses en los que hubo que practicar con más tenacidad y decisión que nunca el activismo solidario. Ejemplo a destacar es el encierro en la concatedral de Santamaría de la Redonda por parte de la UGT y otras fuerzas democráticas como protesta por la “acción represiva del Gobierno de Suárez al pueblo vasco”. Meses en los que el proselitismo a través de numerosos actos públicos, pretendía dar a conocer al PSOE, al sindicato y a las juventudes.
En este periodo, se celebra el primer mitin del socialismo en Nájera, el 5 de marzo, en el entonces Instituto de Bachillerato, dirigido por Tomás Mingot Jiménez, interviniendo entre otros Javier Sáenz Cosculluela, Pedro Tudanca Zunzunegui, Ignacio Díez González, José María Buzarra Cano y Antonio Rodríguez Basulto. Una semana más tarde se convoca en la sala Crepúsculo del Club Juvenil a los alfareños. El 23 del mismo mes, se presentaban las Juventudes Socialistas en la Escuela de Magisterio de Logroño, corriendo a cargo de Ismael Loperena, José María Buzarra Cano, Jorge Tortosa Cordero, José Antonio Bañares López y Asunción Urbina Fontecha. Actos estos que entre otros proyectaban un mensaje fresco y diferente que culminaría con las primeras elecciones legislativas democráticas.

7/11/09

SEIS apasionantes MESES



La Transición de los 70 no era sólo política, sino también social y aquí, en La Rioja, tuvo su reflejo. Algunos historiadores parten de la idea de que, quizás, la transición política empezó en 1975, aunque posiblemente la transición social y económica comenzó con el "boom de los 60". Sea cual sea, a nuestro entender, es imposible que nuestra historia haya estado ajena a los cambios que se venían produciendo en el mundo occidental desde finales de los 40 hasta la crisis del petróleo de los 60 que, a buen seguro, fueron vitales y decisivos a la hora de provocar cambios en algunos países del ámbito mediterráneo, con el consiguiente alzamiento democrático y derrumbe de seculares dictaduras. Transformaciones éstas que en una triple dimensión agrupaban factores económicos, sociales y culturales y que incidieron activamente en los actores silenciosos o no del citado cambio político y social en nuestra región. Por lo tanto, hablar de ese pasado es, a su vez, mentar la transición española y la riojana.

Dicho esto, podríamos recordar el escenario regional en el que nos movíamos entre enero y junio de 1977, en el que los trabajadores riojanos más concienciados se reafirman en la utilización de la huelga como instrumento de lucha y no sólo laboral, en el que el PSOE, las JS y la UGT tomaron posiciones claras y precisas ante las otras organizaciones antifranquistas, el denominado consentimiento institucional y la ciudadanía en general. Podemos decir que el activismo se incrementó en la calle y en los centros de trabajo y de educación. Las primeras elecciones libres estaban al caer.
Foto: Cafetería Las Cañas, Vara de Rey, Logroño (JMBC)
Viñeta: Boletín de la UGT
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

23/10/09

Modelos SINDICALES


Tras la legalización, se inició la confrontación, que duró tres o cuatro años, en torno a lo que se llamó "modelos sindicales", que reflejaban, sin duda, cuestiones de fondo, pero que asimismo respondían a intereses tácticos tan evidentes como coyunturales. Comisiones Obreras quería prolongar y, sobre todo capitalizar, hábitos e inercias de la clandestinidad, y UGT, por el contrario, estaba interesada en defender las prácticas y estructuras habituales de un sindicalismo en la legalidad común al resto de Europa.

Esta situación nacional se observaba desde La Rioja con sumo interés ya que en pequeña escala se daban circunstancias semejantes. En esta ocasión, vamos a pararnos en los meses de abril y mayo de 1977, en Logroño, donde se celebró un mitin, el Primero de Mayo en el Instituto Masculino, años más tarde conocido por Hermanos D'Elhuyar, con gran profusión de material propagandístico en el que se mezclaban los carteles del fundador del PSOE y UGT, Pablo Iglesias Posse, con otros alegóricos a la destrucción de la Central Nacional Sindicalista, más conocida como "el vertical". Dicho acto público fue convocado por la CSUT, la CNT y la UGT, al que se sumaron CCOO y el SU a lo largo de la mañana. Por nuestra organización intervino en calidad de secretario general Pedro Luis Díez Macón, quien “animó a que siguieran luchando por la libertad sindical, a la vez que alertó de los intentos del poder gubernamental de reducir al mínimo los efectos de la legalidad”.

Este día no fue una auténtica fiesta, como en otros tantos países, pero sin lugar a dudas los reunidos y muchos de los no presentes, sintieron en lo más profundo el gran paso dado. Vibrante acto que entre alocuciones y cantos diversos pusieron de manifiesto que la democracia era el sistema a desarrollar.

Foto: Instituto Masculino Hermanos D'Elhuyar, salón de actos, Logroño 1977 (El Correo)
Foto: Instituto Masculino Hermanos D'Elhuyar, entrada, 1977 (Archivo UGT)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez


FECHAS PARA RECORDAR
1977: El 24 de enero, UGT sale de la Coordinadora de Organizaciones Sindicales.
30 de marzo: El Pleno de las Cortes aprueba un Decreto-Ley reconociendo la libertad de asociación sindical y acaba con 40 años de sindicalismo obligatorio.
28 de abril: Legalización de UGT, USO y CCOO.
15 de junio: Coincidiendo con las primeras elecciones democráticas, se deroga la cuota sindical obligatoria a la Central Nacional Sindicalista.
30 y 31 de julio: Se celebra un Congreso extraordinario de UGT como
continuación del XXX Congreso Confederal.
18 de diciembre: Da comienzo el Congreso de unificación de UGT y un sector de USO
.

8/10/09

EL BUNKER Y LOS "AMARILLOS"



El 30 de marzo de 1977, el Pleno de las Cortes aprueba un Decreto-Ley reconociendo la libertad de asociación sindical y acaba con 40 años de sindicalismo obligatorio.

Por aquellas fechas, en concreto el 1 de abril, el diario El País se hizo eco de las maniobras que Alianza Popular estaba tramando junto a destacados funcionarios de la Central Nacional Sindicalista (CNS), conocido por “el sindicato vertical”. En paralelo a estos manejos periodísticos, la CNS intenta subvencionar en provincias la creación de sindicatos "apolíticos e independientes". Acción esta que en la memoria histórica de los viejos militantes del PSOE y de la UGT se conocía muy bien ya que en la II República, los poderosos del momento impulsaron los denominados "sindicatos amarillos". De ahí que se tuviera una prevención, cuando no obsesión, contra todo aquello que no fuera de inspiración de “izquierdas”.

Así, en este mismo mes podemos leer en el boletín "Rioja Socialista", varios artículos denunciando el lanzamiento de un "sindicato". Esta organización fue conocida por el nombre de Asociación de Trabajadores de La Rioja (ATR). Sus artífices, entre otros, fueron Rufino Berosoaín Cuesta y Carlos Solas Ruiz, que más tarde formaron la Confederación Democrática de Trabajadores (CDT) en La Rioja. La información señalaba entre otras consideraciones más que "durante tres días, y en dos tandas distintas de 'mentalización', se reunió en el Hostal Samaniego, de Laguardia, a una serie de trabajadores, cuidadosamente seleccionados, para lanzar el engendro".

Queda claro que el bunker político intenta en la vertiente social, salvaguardar camaleónicamente sus intereses ante el reestablecimiento del sindicalismos libre. Se abre la lucha para saber que modelo sindical prevalecerá en el nuevo Estado. La confrontación inevitable estaba servida.

28/9/09

600 delegados


Bajo el lema "A la unidad sindical por la libertad", se reúne en el restaurante Biarritz, en Madrid, el XXX Congreso Confederal, durante los días 15 al 18 de abril de 1976. Participaron más de 600 delegados. Entre ellos, siete riojanos: Juan José Garnica Díez, Ángel Fernández Morga, Urbano Espinosa Ruiz, Florentino Santamaría Val, Antonio Rodríguez Basulto, Pedro Luis Díez Macón y Javier Sáenz Cosculluela.

Corrían los tiempos de la transición democrática, pero la inestabilidad política era patente. El movimiento sindical se preparaba para dar el gran salto a la legalidad y por tanto, cerraba la larga página de la clandestinidad, exilio y entrismo practicado dentro del aparato oficial del sindicato vertical. Uno de los pasos previos para ese salto se produjo en junio con la dimisión de Arias Navarro y la elección un mes más tarde de Adolfo Suárez como nuevo Presidente del Gobierno, elección que, como todos sabemos, fue sorprendente para la mayor parte de la ciudadanía que veía a Suárez como una rémora del régimen anterior. Suárez intentará suavizar el grado de crispación del tiempo de Arias Navarro mediante la presentación de la Ley de Reforma Política, que debía ser sometida a la aprobación en referéndum el 15 de julio de 1976.

Fue el 28 de abril de 1977, cuando el sindicalismo recuperaba la legalidad tras el periodo franquista, abriéndose una nueva etapa en la realidad sindical española. Enrique de la Mata Gorastizaga, entonces ministro de Relaciones Sindicales, abrió la puerta al pluralismo sindical, con el reconocimiento de UGT, Comisiones Obreras, USO, ELA-STV y SOC. Amparados en la nueva norma, una representación de los ugetistas riojanos se reúnen el día 13 de abril, en un piso del número 19 de la calle Doctores Castroviejo. Bajo la presidencia de José María Buzarra Cano, el pleno certifica la constitución de la Unión Provincial de Logroño de UGT y elige un Comité Provincial encabezado por Natalio López Gómez, como secretario general, Pedro Luis Díez Macón (organización), Ángel Fernández Morga (administración), María Luisa Echazarreta Bujanda (prensa y propaganda) y Florentino Santamaría Val (formación) completan este primer ente ejecutivo.

Como en el caso de Logroño, todas las uniones provinciales van conformándose poco a poco y van dando cuerpo a la estructura confederal del sindicato. Trece días después, el 26 de abril, la Unión General de Trabajadores es declarada legal.

Este hecho significó retornar a la legalidad después de treinta y ocho años de resistencia frente a todo tipo de presiones, encaminadas a la liquidación moral y física. Para UGT, las preocupaciones eran derribar el aparato franquista y sustituir las instituciones obsoletas por otras fundamentadas en la libertad sindical.

Foto: Edificio de la AISS, Calle Pío XII, Logroño (El Correo)
Foto: Nicolás Redondo Urbieta, 1976 (Archivo UGT)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

12/9/09

DETENCIONES y "fichajes"


España está presidida por Arias Navarro cuya adscripción a los sectores derechistas era más que clara. Recordemos su participación como fiscal en los consejos de guerra que el bando franquista promovió para castigar y, en su caso, ejecutar a todos los partidarios significativos de la República durante la Guerra Civil y la posguerra en la ciudad de Málaga, donde recibió el apodo de “El carnicero de Málaga”. Pero, situémosnos la acción en La Rioja, siendo el 14 de marzo de 1976. Los trabajadores del metal convocan una nueva manifestación, a los que se unieron los del textil y la construcción quienes se encontraban también negociando sus convenios colectivos. Es un tiempo de enfrentamiento político y social en el que las detenciones y el control policial es lo habitual.

Nos movemos, por tanto, en un escenario en el que se palpa muy bien el malestar y el descontento de las gentes de aquel tiempo. Pero, sobresale una acción policial, que dados los motivos, así como los detenidos, conviene recordar irremediablemente. Esta se produjo en una tarde fría de finales abril.

Un numeroso grupo de antifranquistas siguiendo los objetivos que un mes antes estableció la Platajunta -la amnistía, la libertad de asociación política y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes-, tras intentar celebrar una reunión en Logroño y viéndose su imposibilidad de llevarla a cabo por el marcaje policial, se decidió congregarse en las proximidades de Assa, Álava. Al atardecer y ya iniciada la reunión son cercados y finalmente detenidos 14 militantes de la izquierda junto al río Ebro. Tras una preliminar identificación que se lleva a cabo en el restaurante que hay al pie de la carretera, son trasladados en diferentes vehículos de inmediato al Gobierno Civil. Entre otros más se encuentran los socialistas, Javier Sáenz Cosculluela máximo representante e impulsor del PSOE y de la UGT, José Francisco Gil Alutiz miembro de las JS y vecino del barrio de Yagüe y José María Buzarra Cano joven trabajador del metal que por aquellas fechas cumplía con el servicio militar. El motivo en cuestión era la preparación del Primero de Mayo en la capital.

De este acontecimiento dio buena cuenta una de las dos emisoras más escuchadas por las noches y que emitían programación diaria en castellano, La Pirenaica y Radio France, siendo esta última quien informó del suceso.

Foto: J M Buzarra Cano, Melilla, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: Javier Sáenz Cosculluela, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: José Francisco Gil Alutiz, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)

Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

5/9/09

EN la farmacia de NANO


Seguimos hablamos de lo que pasaba en 1976 y, de cómo y cuando los demócratas se reúnen en distintos lugares de la geografía riojana. En este sentido cabe destacar en la ciudad de Logroño, la oficina de farmacia de la calle Vara de Rey nº 9, regentada por Fernando Martínez López, conocido por Nano.

En su trastienda (rebotica,) se fijó uno de los puntos de referencia del socialismo riojano. Un día, este joven militante había venido de Pamplona y Javier Sáenz Cosculluela lo invitó a una reunión clandestina en el Colegio de los Padres Blancos. Ese mismo día, sábado, en la rebotica tuvo lugar una reunión fallida de la incipiente Coordinación Democrática o Platajunta, organismo unitario que nació fruto de la fusión de la Junta Democrática de España (establecida en 1974 por el PCE y con la adhesión gradual de CCOO, PSP, PTE, ASA e independientes) con el organismo rival, Plataforma de Convergencia Democrática (establecida en 1975 por el PSOE, Movimiento Comunista, democristianos y socialdemócratas). Acudieron al lugar bajo la contraseña de “La receta del Doctor Javier” los integrantes de la misma, pero cuando iban ya unos cuarenta se vio la imposibilidad de llevarla a cabo porque no había espacio suficiente. Allí, comenzó a andar el órgano aglutinante de toda la oposición en La Rioja.
La farmacia sirvió para todo. Como almacén de propaganda desde donde se distribuyeron los primeros carteles de Pablo Iglesias para toda España tras el congreso de la UGT celebrado en el Hotel Biarritz, en Madrid, centro de tertulias y de reuniones, afiliación,”sede” de huelguistas perseguidos…Todos recordamos aquellas paredes enormes y aquel amplio espacio donde tanta gente socialista durmió, se escondió y adoctrinó…Fue uno de nuestros puntos de referencia y estaba enclavada en medio mitad de la burguesía riojana, en un barrio por aquel entonces de las clases altas.

Foto: Oficina de farmacia, Logroño (Archivo Fernando Martínez López)
Foto: Fernando Martínez López (Archivo Fernando Martínez López)
Foto: PLATAJUNTA
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez
Textos: JMBC y F. Martínez López

29/8/09

CONFLICTIVIDAD laboral


A lo largo del periodo comprendido entre 1960 y 1975, el régimen franquista mantuvo el autoritarismo político, pero se desarrolló en los planos económico y demográfico, permitiendo una mejora general del nivel de vida, aunque a costa de un incremento de las desigualdades territoriales y de un empobrecimiento cultural motivado por el exilio. Esta situación hizo crecer a la oposición tanto en el interior como en el exterior, organizándose en dos entes. Uno propiciado por el PCE y otro por el PSOE. En La Rioja, no se fue ajeno a estos hechos, que finalmente confluyeron, al igual que en el resto del país en la conocida Plantajunta.

Repasemos. Era el año 1973, cuando se celebra el XXIX Congreso de UGT, en la ciudad francesa de Toulouse (el último que tuvo lugar en el exilio), se decidió que la mayoría de los dirigentes pasasen a actuar dentro de España de forma clandestina. Por aquel entonces la UGT desarrolla en La Rioja una incipiente actividad y en una situación muy precaria. Hay que esperar a diciembre de 1975 para poder contabilizar tan sólo 44 afiliados.

A pesar de estas limitaciones, los socialistas-ugetistas no fueron ajenos a los conflictos que se daban en su entorno. Conflictos como el de Ifema, verano y otoño de 1974, prolongado al invierno del año posterior, huelga en Jiménez de Miguel en el verano de 1975, las reivindicaciones laborales y la huelga en los inicios de la primavera del año 1976 en la multinacional Europunto que contó con la solidaridad económica del sindicato francés CFDT, a los que hay que sumar la movilización del sector del metal que posteriormente se extendió a construcción o textil que negociaban por marzo sus respectivos convenios colectivos, u otros de menor calado como los acontecidos en el Banco de Vizcaya, Conservas Collado, Ulecia y Bergasa son un claro ejemplo de aquellos tiempos, aunque los que pueden sentar base de conflicto, salvando las características y resultados, son los tres primeros ya que representan la lucha sindical de clase, al margen del modelo oficial encarnado en la Organización Sindical diseñado desde la década de los años cuarenta.
Foto: Edificio de la empresa Europunto, Logroño (Archivo JMBC)

22/8/09

En lo más PROFUNDO


Las reformas, como veremos en sucesivos relatos, irán lentamente cambiando no sólo la estética de lo que representó el franquismo, sino que calará en lo más profundo del pueblo. Es él, el pueblo, quien actúa movido por un afán de ser los auténticos protagonistas. Jóvenes y mayores, serán los abanderados del cambio que el conjunto de la sociedad necesita. En ocasiones organizados a través de asociaciones vecinales que jugaron un destacado papel, sindicales con líderes conocidos o fruto del momento huelguístico, culturales o políticas. Otras, mediante el movimiento asambleísta que se dio como fórmula urgente de enfrentarse a los problemas. Pero, deseo poner de relieve la organización clandestina que se llevó adelante dentro de los cuarteles militares, por jóvenes llamados a filas, la mili, coordinados en los denominados comités del soldado. Un espacio difícil para hacer proselitismo a favor de la democracia, que originó más de una movida, como se diaria ahora.

La Rioja, Logroño en aquellos momentos, como cualquier otro punto de España no fue una excepción en este escenario y también tuvo su particular big-bang. Como veremos más adelante, la democracia irrigará a todos los estamentos públicos y privados, convirtiéndose en un instrumento necesario.
Está claro que entre los defensores de "la ruptura" (frente único de clases), y los que impulsaron desde diferentes ámbitos la estrategia de "la reforma", ganan estos últimos y se adentran en el largo camino de hilvanar consensos de todo orden en beneficio de la ciudadanía, en el que los políticos cambiarán radicalmente hasta la organización territorial del Estado, dígase la construcción de una administración descentralizada a través de las Comunidades Autónomas. Largo camino que pasará inevitablemente por una Cortes Constituyentes.

Foto: Servicio Militar, Regimiento de Ingenieros nº 8, Melilla, 1976 (Archivo JMBC)

Foto: Reuniones de Amigos de La Rioja con vecinos de Nájera momentos previos a la disolución y obligada marcha a otra localidad…, Nájera (Luis Brox y María Orive)

Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

15/8/09

REFORMA como opción

Dentro del poder dominante, se manifiestan hasta tres posturas: maniobra aperturista propugnada por los grupos oligárquicos y monopolísticos, que intentan recuperar la confianza de la pequeña y mediana burguesía; salida democrática, impulsada por la denominada "burguesía liberal", que ve como salida a la crisis política y económica el referente de la Comunidad Europea y los inmovilistas, que pretenden una perpetuidad de la dictadura a cualquier precio.

El Gobierno no podía detenerse. Era evidente que el siguiente paso abordaría la legalización de los partidos políticos, a excepción del Partido Comunista de España, a lo que se oponían todos los sectores del franquismo, incluidos los militares más retrógrados, con el consiguiente peligro golpista que ello representaba.

Paralelamente multitud de organizaciones políticas se acercaban al registro oficial para inscribirse, dando pie a la denominada "sopa de siglas". En algunos casos, esta efervescencia social alcanzaba actividades de menor enjundia política, pero de cierta y oculta tradición popular. Por ejemplo, los carnavales, que fueron prohibidos durante los años de la dictadura, volvían a celebrarse en libertad.

Sindicalmente, el franquismo perdía poco a poco su poder. Era tal la situación que se inventaron un ente bajo el nombre de la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales (AISS), lo cierto es que los dirigentes del “sindicato vertical”, herederos de la Central Nacional Sindicalista (todavía legalmente vigente pero ciertamente amenazados) acabarían sucumbiendo ante la tozuda reivindicación de una importante parte del movimiento sindical democrático.
El pretendido sindicato, donde empresarios y trabajadores compartían ideario en una sola organización, también pasaría por la inevitable normalización tras una evi
dente ruptura con el pasado. La libertad sindical estaba cada vez más cerca.

Foto: Representantes de la Guardia Civil, los Ejércitos, la FE y de las JONS, la Iglesia católica, Ayto. de Logroño y otros poderes del Estado, sede Gobierno Civil, Logroño (El Correo)

Foto: Mesa ugetista con presencia de Ángel Fernández Íñiguez, Fernando Martínez López, Manuel Sáinz Ochoa, J. L . Herrero del Pozo, A. Fédez Morga (Kelo) y Chus y Florentino Santamaría Val, Glorieta del Dr. Zubía, Logroño (El Correo)

Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

8/8/09

Los TRABAJADORES se movilizan


En este mismo contexto, no se puede olvidar el paro organizado por la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS) el 12 de noviembre de 1976.
Dos millones de trabajadores secundaron la jornada de lucha, de los que aproximadamente mil eran riojanos. Los motivos, entre otros, eran ir contra la congelación salarial y el despido libre, y a favor de la amnistía laboral y de la libertad sindical. La conclusión que UGT sacó de la huelga quedaba resumida en la frase: ¡Adelante, con más firmeza, si cabe, que antes!

Ni el referéndum de la Ley para la Reforma Política que se celebra el 15 de diciembre de este mismo año, en el que la oposición defendió muy activamente la abstención.
Así las cosas, los acontecimientos se sucedían a velocidad de vértigo. El Estado, en concreto, el Gobierno de la nación presidido por Adolfo Suárez, tuvo que disolver el Movimiento Nacional, puesto que las incipientes libertades no podían coexistir con el viejo sistema político. El año 1977 fue cuando volvimos a ser libres, con un sinfín de claroscuros, pero con una tarea ingente por delante. Los españoles tuvieron que convivir con atentados terroristas de todo signo, al tiempo que aprendieron a familiarizarse, poco a poco, con las nuevas caras políticas de los unos y el transformismo de los de toda la vida, en aras de una deseada reconciliación. Ejemplo a recordar es, cómo los gobernadores civiles de la provincia de Logroño, que en su doble condición también eran jefes provinciales del Movimiento, marcarían un antes y después. Antonio Aige Pascual, Martín Rodríguez Esteban, José Esteban Santiesteban y José María Adán García, tildados de franquistas, cierran una etapa cuya labor, según algunos historiadores, fue tan obscura como la situación política que les tocó gestionar.

Foto: Acto gubernamental pro-referéndum con la presencia entre el público de los socialistas Juan Luis y José Antonio Herrero del Pozo dirigiéndose a J Mª Adán García, gobernador civil, Rincón de Soto (El Correo)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez

1/8/09

La LIBERTAD se palpa


A principios de 1977, la reforma política avanza y, con ella, la reconquista de las libertades político y sindicales. Con la muerte del jefe del Estado Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, se cierra un periodo fruto de la guerra civil, y se abre una etapa no exenta de cierto confusionismo entre la clase política de aquel entonces.

La coronación de Don Juan Carlos I y la puesta en marcha del primer Ejecutivo de la Monarquía marca un rumbo que conducirá a todos los españoles a la democracia. Así iniciamos el año 1977 comprobando cómo la reforma política avanzaba, aunque fuera en un entorno lleno de dificultades y presiones por parte de los afectos al régimen del general Franco. La lucha desde el exilio y la clandestinidad ejercitada por nuevas generaciones, que se sumaban al grito de ¡Abajo la dictadura!, más pronto que tarde, traerían consigo la democracia. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que las libertades estaban cada vez más cerca.

Algo lejos, aunque parezca contradictorio, quedaba la declaración de 1974 del Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores, ampliamente difundida en el ámbito internacional, en menor medida en nuestro país y escasamente en La Rioja (debido a la clandestinidad), contra el proyecto de estatuto de asociaciones presentado por el régimen franquista, que escamoteaba al pueblo el derecho a las libertades.

Y también quedaba lejos, en 1975, la postura conjunta de la oposición en torno a la Plataforma de Convergencia Democrática y de la Junta Democrática, comprometiéndose ante la opinión pública a realizar un esfuerzo unitario que hiciese posible la formación urgente de una amplia coalición, sin exclusiones, capaz de garantizar las libertades sindicales y políticas. Este hecho debía abrir un periodo constituyente que desembocara en una consulta popular determinante de la forma de Estado y de Gobierno.

Foto: Exequias por la muerte de F. Franco, interior de la concatedral de la Redonda, Logroño (El Correo)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez