España está presidida por Arias Navarro cuya adscripción a los sectores derechistas era más que clara. Recordemos su participación como fiscal en los consejos de guerra que el bando franquista promovió para castigar y, en su caso, ejecutar a todos los partidarios significativos de la República durante la Guerra Civil y la posguerra en la ciudad de Málaga, donde recibió el apodo de “El carnicero de Málaga”. Pero, situémosnos la acción en La Rioja, siendo el 14 de marzo de 1976. Los trabajadores del metal convocan una nueva manifestación, a los que se unieron los del textil y la construcción quienes se encontraban también negociando sus convenios colectivos. Es un tiempo de enfrentamiento político y social en el que las detenciones y el control policial es lo habitual.
Nos movemos, por tanto, en un escenario en el que se palpa muy bien el malestar y el descontento de las gentes de aquel tiempo. Pero, sobresale una acción policial, que dados los motivos, así como los detenidos, conviene recordar irremediablemente. Esta se produjo en una tarde fría de finales abril.
Nos movemos, por tanto, en un escenario en el que se palpa muy bien el malestar y el descontento de las gentes de aquel tiempo. Pero, sobresale una acción policial, que dados los motivos, así como los detenidos, conviene recordar irremediablemente. Esta se produjo en una tarde fría de finales abril.
Un numeroso grupo de antifranquistas siguiendo los objetivos que un mes antes estableció la Platajunta -la amnistía, la libertad de asociación política y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes-, tras intentar celebrar una reunión en Logroño y viéndose su imposibilidad de llevarla a cabo por el marcaje policial, se decidió congregarse en las proximidades de Assa, Álava. Al atardecer y ya iniciada la reunión son cercados y finalmente detenidos 14 militantes de la izquierda junto al río Ebro. Tras una preliminar identificación que se lleva a cabo en el restaurante que hay al pie de la carretera, son trasladados en diferentes vehículos de inmediato al Gobierno Civil. Entre otros más se encuentran los socialistas, Javier Sáenz Cosculluela máximo representante e impulsor del PSOE y de la UGT, José Francisco Gil Alutiz miembro de las JS y vecino del barrio de Yagüe y José María Buzarra Cano joven trabajador del metal que por aquellas fechas cumplía con el servicio militar. El motivo en cuestión era la preparación del Primero de Mayo en la capital.
De este acontecimiento dio buena cuenta una de las dos emisoras más escuchadas por las noches y que emitían programación diaria en castellano, La Pirenaica y Radio France, siendo esta última quien informó del suceso.
Foto: J M Buzarra Cano, Melilla, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: Javier Sáenz Cosculluela, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: José Francisco Gil Alutiz, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez
Foto: J M Buzarra Cano, Melilla, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: Javier Sáenz Cosculluela, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)
Foto: José Francisco Gil Alutiz, Logroño, 1976 (Archivo JMBC)
Diseño y Maquetación: Félix Zorzano Rodríguez
2 comentarios:
Yo me pregunto: ¿quién daba cuenta o filtraba la información de la hora y lugar de las reuniones?
¿Son conocidos los "informadores" de entonces, igual que conocemos a los reunidos?
Pues a mí los fichajes de entonces (no millonarios como los del fútbol)me parecen excelentes figuras en la historia del socialismo y sindicalismo riojano y, como nunca se es profeta en la tierra de uno, tuvieron que hacerse eco las emisoras de fuera, pero eso no es nada nuevo.
Pues de aquella reunión no sé quién la pió pero que desués tuvimos al secretario de organización de UGT comprado por la patronal sí que lo supimos, se llamaba Pedro Benito Río y fue una odisea el camelo que nos metió a casi todos (y digo casi porque alguno lo calamos pronto).
Ahí pudo ser cualquiera y fundamentalmente a los que habían pillado antes porque la amenaza y el chantaje eran permanenetes.
Mira la asociaición de la prensa le dio a Emilio Ramirez la medalla o algo así y era un condidente de la policia pero de los de falange total y escribía en la Gaceta del Norte...había más chivatos que militantes y eso que había unas precauciones que eran exhaustivas y aún así...
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